
Nunca había visto en detalle un volante de un Fórmula 1. Por ejemplo este es un mando de conducción de una Ferrari. ¿Y?

No es que no nevó en el sector donde está el auto sino que la estructura de la casa le hizo de reparo del viento sur. De algún modo fue el resultado de haber decidido en su momento hacia dónde mirarían las ventanas de la casa. Las pensamos apuntando al este para aprovechar la luz solar de la mañana, que en días de frío además nos brinda el plus de aportar unos grados más de temperatura.
No puedo más que confesar que me embarga un pesado lastre de tristeza. Y que el bajón me venció a la noche, cuando no pude evitar lágrimas al ver de nuevo las imágenes de la Selección tras la derrota contra Alemania. Asi que escribo este sin sentido mientras me hundo por la pesadez de mi alma, que pide más "The Wings" de Gustavo Santoalalla, un tema elegido por las circunstancias.